Mata a un familiar a bastonazos en Castro de Rei (Lugo)

Área recreativa del río Azúmara en Castro de Rei

La Galicia de la década de los cincuenta del pasado siglo era todavía un territorio atávico que vivía pendiente de las cartas de la emigración americana, aunque ahora las nuevas generaciones se desplazaban hacia una pujante Europa que se recuperaba con fuerza de los terribles efectos de la IIª Guerra Mundial. A ese tradicional atavismo iban unidos viejas rencillas, odios y rencores que, por distintas causas, jamás habían sido superados, dando lugar a algunos episodios violentos que alteraban el devenir cotidiano de pequeñas villas y aldeas en las que reinaba una paz y una calma prácticamente eternas.

Así sucedería en las primeras horas de la madrugada del día 24 de marzo de 1958 cuando se produjo un enfrentamiento entre dos primos en el lugar de Reguntín, en la parroquia de Azúmara, pertenciente al municipio lucense de Castro de Rei. En esa fecha regresaba de la feria de la vecina localidad de Castro Ribeiras de Lea el vecino del mencionado lugar, José Corbelle Novo, que contaba con 26 años de edad. Muy cerca ya de su domicilio le estaba aguardando su primo Jesús Corbelle Canto, cuatro años mayor que él, provisto de una vieja pistola con la que efectuaría un par de disparos que no llegaron a alcanzar a su primo. Posteriormente, se le encasquillaría cuando pretendió utilizarla contra quien a la postre se terminaría convirtiendo en su víctima, tal y como declararía ante la Guardia Civil y quedaría demostrado en el juicio que se celebró en su contra.

El encasquillamiento del arma que portaba no fue óbice para llevar a efecto su macabro cometido, que no era otro que el de acabar con la vida de su pariente, al que propinaría varios bastonazos con un cayado que llevaba a tal efecto, dándole golpes en la cabeza y en el resto del cuerpo, provocándoles una profunda conmoción cerebral así como una hemorragia que, a la sazón, terminarían por ocasionarle la muerte. Aprovechando la oscuridad de la noche, en la que caía una abundante lluvia, huiría del lugar de los hechos a pie.

Descubrimiento del cádaver

El cadáver de José Corbelle Novo no sería descubierto hasta las siete de la mañana de ese mismo día por una prima suya, quien al intentar saltar una tapia se encontró con el macabro panorama. La víctima del horroroso crimen estaba inmóvil y con la cabeza tapada con la chaqueta que vestía. La mujer salió del lugar completamente despavorida dando impresionantes voces que altertaron al resto del vecindario de lo acontecido. Su estado de excitación era tal que no era capaz de explicar lo que había visto. Posteriormente, otros vecinos se desplazaron hasta el lugar del suceso y enseguida pusieron en su punto de mira al primo del fallecido, quien sería detenido por agentes de la Guardia Civil en las primeras horas de aquella mañana del 24 de marzo.

El juicio contra el autor de este crimen se celebraría en octubre de 1958, levantando una gran expectación en la capital lucense. En un principio el fiscal solicitaba para Jesús Corbelle un total de 18 años de reclusión por un delito de homicidio, con la agravante de parentesco e indefensión de la víctima, así como por tenencia ilícita de armas.

Finalmente, la Justicia condenaría al autor del crimen de Azúmara a un total de 17 años de prisión menor, quince por un delito de homicidio y otros dos más por la posesión de armas sin la oportuna licencia. Además, debería abonar un total de 75.000 pesetas a los herederos de la víctima en concepto de responsabilidad civil.

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Acerca de

Soy Antonio Cendán Fraga, periodista profesional desde hace ya tres décadas. He trabajado en las distintas parcelas de los más diversos medios de comunicación, entre ellas el mundo de los sucesos, un área que con el tiempo me ha resultado muy atractiva. De un tiempo a esta parte me estoy dedicando examinar aquellos sucesos más impactantes y que han dejado una profunda huella en nuestra historia reciente.

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