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Asesina a tres personas en una venganza familiar en Degaña (Asturias) – Historia de la Crónica Negra

Asesina a tres personas en una venganza familiar en Degaña (Asturias)

El bello paraje de Degaña fue escenario de un horrible crimen en mayo de 2011

Las desavenencias familiares unidas a las frustraciones y al gran rastro de dolor que dejan tras de sí algunas rupturas matrimoniales son el campo de cultivo abonado para que se produzca una gran tragedia allí donde menos se espera. Así sucedería en la madrugada del 23 de mayo de 2011 cuando José Manuel Álvarez, un minero leonés de 42 años, apodado «El Renegado» provisto de un cuchillo de monte de grandes dimensiones se decidía a acabar con la vida de todos cuantos antiguos allegados se encontrasen a su paso. Casi sin dudarlo, asesinaría a tres personas, todas ellas emparentadas con su ex-mujer, Silvia Brugos, de quien se había separado, pero sin llegar a aceptar nunca de buen grado aquel divorcio que había resultado muy traumático y que depararía una de las peores tragedias que ha vivido Asturias a lo largo de los últimos tiempos.

El principal objetivo del despiadado asesino era el hombre que ahora compartía vida con su antigua compañera, Para acceder a la vivienda familiar de Silvia Brugos no dudó en emplear una maza con la que derribaría la puerta. Inmediatamente subiría al piso superior de la casa en una de cuyas habitaciones se encontraba quien fuera su esposa en compañía de Jorge Marqués Vado, de 36 años de edad y con quien compartía una relación sentimental después de romper con José Manuel Fernández. Cuando ya se hallaban en la cama, y con la luz apagada, cosería a cullidadas a la nueva pareja de su ex-mujer, quien prácticamente no tuvo ocasión de defenderse. En el mismo escenario que había perpetrado su primer asesinato, también acometería a Silvia Brugos, propinándole una cuchillada que le provocaría un neumotórax, aunque saldría viva de la furia asesina que se había apoderado de aquel hombre que parecía haber perdido el norte.

Alertada el resto de la familia por los gritos que profería la pareja agredida, se levantaron para auxiliarlos. Entonces, José Manuel Fernández abandonó la vivienda en la que había dado muerte a una persona, aunque su asesina iracundía seguía imparable y regresó de nuevo a la casa unos minutos después de haber perpetrado el primer asesinato. Su vuelta no fue en valde. En su retorno daría muerte a quien había sido su suegro, Miguel Angel Brugos Rodríguez, de 61 años de edad y a su ex-cuñado, Roberto Brugos Rodríguez, un joven de 33 años, a quienes acometió con el mismo cuchillo que lo había hecho contra su primera víctima. Estos dos asesinatos los cometió en presencia de sus dos hijos, de seis y once años de edad respectivamente, quienes conminaron en vano a su padre a que cesase con su actitud. De sus terribles garras, tampoco se salvaría su suegra, Isabel Rodríguez García, aunque tuvo más suerte que su esposo e hijo, pues aunque resultó herida de cierta consideración, sería dada de alta a los pocos días de haber ingresado en el Hospital de Cangas del Narcea.

Ante el terror que se había desatado en aquel bello paraje asturiano, Silvia Brugos llamó a la Guardia Civil para dar cuenta de los incidentes ocurridos en aquella madrugada del mes de mayo de 2011. Una patrulla de la Benemérita se puso en marcha hacia el lugar de los hechos, en tanto que el autor de la terrible matanza huía con dirección a la localidad leonesa de Toreno. En el momento en que se producía su huída el vehículo que conducía estuvo a punto de colisionar con el de los agentes de la Guardia Civil cuando trataron de interceptarlo, cosa que no fue posible debido a que en ese José Manuel Álvarez huyó del lugar de autos a toda velocidad. Sería detenido dos horas más tarde en la localidad berciana de Matarrosa del Sil por efectivos de la Guardia Civil adscritos a la comandancia de Toreno.

El suceso causaría una gran consternación y dolor en toda la comarca, ubicada en el suroeste del Principado de Asturias y muy próxima a la contorna minera del Bierzo, de donde era originario el autor del triple crimen. A todo ello se sumaba el hecho de que la familia era muy conocida y gozaban de un gran aprecio entre su vecindario. De hecho Silvia Brugos había concurrido a las elecciones municipales de 2011 en las listas del PSOE, obteniendo el acta de concejal. Además del dolor, entre el vecindario se respiraba rabia y una gran conmoción se palpaba en el ambiente de aquel pacífico y agradable entorno asturiano. Solamente se escuchaban voces de condena contra el horrible acto criminal, al tiempo que eran muchos quienes instaban a las autoridades a que «dejasen al criminal en sus manos».

89 años de cárcel

Desde el primer momento de su ingreso en prisión, las autoridades judiciales tomaron una serie de medidas tendentes a proteger al antiguo círculo familiar del triple asesino. La primera decisión fue la de retirarle la patria potestad de sus dos hijos, con quienes se le prohibió cualquier tipo de comunicación. Asimimso, también dictaron una orden encaminada a proteger a su antigua esposa y su ex-suegra.

En el transcurso del juicio que se siguió en su contra se revivieron las escenas de dolor que se habían registrado en aquellos días de mayo de 2011. José Manuel Álvarez Fernández, de mirada arisca e imperturbable al igual que si fuese el auténtico malo de cualquier film de terror, llegó custodiado por los agentes de la Guardia Civil con el fin de evitar que fuese agredido por el vecindario presente en los aledaños de la Audiencia Provincial de Oviedo. Aún así, hubo de soportar los peores y más terribles insultos y agresiones verbales que se puedan imaginar, ante un gentío que clamaba justicia por el horroroso suceso que había teñido de sangre el suroeste asturiano.

Su defensa se basó en negar los hechos, además de aseverar que «no los recordaba». En la versión que ofreció ante el jurado y los magistrados manifestó que no tenía intención de matar a nadie y que tan solo pretendía hacerse cargo de sus hijos, huyendo con ellos. Para justificar su brutal actitud no dudó en asegurar que tan solo se había defendido, pues al llegar al domicilio de su ex-esposa había sido atacado por los familiares de esta. Sobra decir que se podía haber ahorrado este alegato, pues no fue creído por nadie. Como tampoco creyeron su hipotético arrepentimiento, que supuestamente iba encaminado a obtener mejoras en su condena.

José Manuel Fernández Álvarez, además de los tres asesinatos, también se le acusaba de un delito de allanamiento de morada y de otros dos homicidios en grado de tentativa. En primera instancia, sería condenado a un total de 89 años de prisión por la concantenación de los delitos cometidos aquella noche, así como al pago de una indemnización, estimada en 1,2 millones de euros, para su éx-esposa, su ex-suegra y sus dos hijos. En los delitos concurrían tanto la alevosía como la agravantes de parentesco. Tampoco podrá acudir a Degaña ni a Ponferrada en los diez años siguientes a su salida de prisión. También fue desestimada la posibilidad de que el autor del triple crimen sufriese alguna patología mental que pudiese haber influido en su orgía sangrienta en la madrugada del 23 de mayo de 2011.

No obstante, la sentencia a la que fue condenado el ex-minero se vería sensiblemente rebajada después de que apelase al Tribunal Supremo. La máxima magistratura del Estado le reduciría en diez años la pena que actualmente se encuentra cumpliendo, dejándola en 79 años. Su cumplimiento efectivo se sitúa en torno a los 30 años de cárcel. El Alto Tribunal desestimó algunas de las alegaciones presentadas por José Manuel Álvarez Fernández, entre ellas que actuase movido por una posible enajenación mental, así como su negativa a que existiese un plan preconcebido para dar muerte a sus víctimas, a quienes incluso llegó a pinchar las ruedas de los coches antes de perpetrar la masacre para evitar que así pudiesen huir. Como se podrá observar, nos encontramos ante toda una «joya» de la crónica negra en España a lo largo de los últimos años.

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Acerca de

Soy Antonio Cendán Fraga, periodista profesional desde hace ya tres décadas. He trabajado en las distintas parcelas de los más diversos medios de comunicación, entre ellas el mundo de los sucesos, un área que con el tiempo me ha resultado muy atractiva. De un tiempo a esta parte me estoy dedicando examinar aquellos sucesos más impactantes y que han dejado una profunda huella en nuestra historia reciente.

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