Un crimen no resuelto en Tordesillas como consecuencia de formalidades burocráticas
Este suceso se corresponde con uno de esos hechos que todos nos preguntamos porqué la Justicia no actúa con la contundencia que se le exige. La familia de la víctima se encuentra ya desesperada de tanta lucha infructuosa en un caso que aparentemente debería haberse resuelto en un abrir y cerrar de ojos, dada la veracidad de los testimonios aportados y la coherencia con que actuó la única testigo de un caso que conmocionaría a la localidad vallisoletana de Tordesillas el día 25 de mayor de 2007.
En esa fecha, un joven de 29 años de edad, Óscar Gómez Incio se disponía a cerrar el local «La Bodeguilla», propiedad de su padre, quien lo había abierto al público en el año 2005. El azar quiso que el muchacho contemplase a una cuadrilla de trabajadores portugueses, albañiles que trabajaban al albur de los últimos rescoldos del «boom urbanístico» español de la época, quienes alrededor de las dos y cuarto de la madrugada la emprendieron a golpes contra el mobiliario de un bar similar al suyo, con el objetivo de apropiarse de algunas mesas y sillas de plástico duro. Óscar, un trabajador incansable y de excelente consideración entre su vecindario, les reprendió su incívica e irresponsable actitud. En ese momento, los cuatro ciudadanos lusos la emprendieron a golpes, patadas y arañazos, hasta que un empujón terminaría por dar con el chaval en el suelo, a consecuencia de lo cual se golpearía contra el bordillo de la acera a consecuencia de lo cual el muchacho se desnucaría, falleciendo prácticamente en el acto, tal y como se encargaría de certificar la autopsia. En el lugar, sito frente al número 35 de la Avenida de León, quedaría únicamente su compañera, quien presa de las terribles circunstancias clamaba porque llamasen a las asistencias así como a la Guardia Civil, y también al 112. Sus voces de auxilio despertarían a los vecinos, así como al padre del joven muerto, quienes inmediatamente bajaron a prestar socorro. Mientras tanto, sus agresores abandonaron el lugar calle abajo, dándose a la fuga, lo que podría haber constituido un delito de omisión de socorro por el que jamás serían juzgados. Por su parte, los sanitarios, a pesar de que intentaron reanimar a la víctima durante más de una hora, no lograrían su objetivo.
Tal como se habían desarrollado los trágicos acontecimientos, todo indicaba que el autor material de la muerte de Óscar Gómez pronto se descubriría y pagaría por el horrendo crimen, pero una serie de trabas burocráticas y judiciales, impedirían el esclarecimiento definitivo de un terrible suceso que consternaría profundamente a la ciudad de Tordesillas. Así, la joven que acompañaba a la víctima identificaría en una rueda fotográfica al presunto autor material del homicidio, un ciudadano luso que respondía a las siglas de J.M.C.B.D., quien sería detenido tres meses más tarde en su país natal y extraditado a España para que respondiese del crimen ante la Justicia española.
Negativa a una rueda de reconocimiento
En un principio, las tres partes personadas en el caso, desde el juez encargado, pasando por la fiscalía y el abogado de la familia daban por bueno el testimonio de la joven y que la autoría del crimen había sido obra del ciudadano luso que en ese momento se encontraba detenido. Sin embargo, hubo un aspecto al que se agarraron los magistrados para dejar en libertad a J.M.B.D.C. Este no era otro que la descripción que había facilitado la única persona que presenció el altercado que le costó la vida a su compañero. Al parecer, esta última habría manifestado que el autor material del homicidio presentaba una mancha en la cara, certificándose que el único detenido carecía de cualquier erupción cutánea, a la que aludía la joven. Aún así, puntualizaría que lo que ella había visto bien pudiese obedecer a una mancha ocasionada por la suciedad o también alguna herida. No obstante, el ciudadano portugués sería puesto en libertad con cargos el 16 de agosto de 2008.
A lo largo de los años subsiguientes, la familia de Óscar Gómez Incio proseguiría con el arduo intento en vano para que se resolviese el crimen, tratando de aportar nuevas pruebas que incriminasen al único detenido, aunque estas serían rechazadas por el juez, quien cuestionó la descripción facilitada por la novia de la víctima, motivo este por el que se rechazaría la ruede de reconocimiento que solicitaban sus familiares.
En declaraciones a distintos medios de comunicación, el padre de Óscar Gómez Incio no dudaría en manifestar su frustración por la actitud mantenida por la Justicia, Para ello, contaba con las aportaciones e investigaciones hechas por la Guardia Civil, quien manifestó en reiteradas ocasiones su convencimiento de que el autor de la muerte del joven hostalero habría sido obra presuntamente del único detenido. De hecho, el antiguo responsable de la Guardia Civil en la provincia de Valladolid, Francisco Javier Galeache le diría en que «el caso policialmente está resuelto, ahora solo falta juzgarlo».
En mayo de 2022, Roberto Gómez, padre de Óscar, solicitaría de nuevo la reapertura del caso con motivo del decimoquinto aniversario de la muerte de su hijo, con el propósito de que no se archive como se ha venido haciendo hasta ahora y termine por convertirse en uno más de la decena larga de crímenes que todavía carecen de autor conocido en la provincia de Valladolid.
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