Historia de la Crónica Negra

Abatido en Cáceres un peligroso delincuente que había asesinado a dos personas

Instantes después de ser abatido Rafael Robles, el peligroso pistolero

El historial de Rafael Robles, el peligroso pistolero que trajo en jaque a la Policía y la Guardia Civil entre la región extremeña y la provincia de Toledo en los primeros meses del año 2014 no era precisamente el de una persona ejemplar. De tiro fácil y decidido sembró el terror y el pánico de quienes tuvieron la desgracia de cruzarse en su camino, disparando a sangre fría sobre sus víctimas sin pensárselo dos veces. Malencarado, no muy alto y algo rechoncho, su mirada desafiante parecía describirlo perfectamente. Su cruel biografía se vería definitivamente interrumpida el 7 de febrero de 2014 cuando fue abatido por agentes de la Benemérita junto a un muro de piedra del barrio de El Espartal, un núcleo rural situado a tres kilómetros de la ciudad cacereña de Plasencia. Fue necesaria una prolongada persecución para dar captura a este peligroso energúmeno, cuya muerte se atribuyó, en un principio, a un infarto de miocardio. Un forense certificaría después que presentaba un balazo que le había interesado los pulmones, tal como se encargaría de certificacar la autopsia, después de haber mantenido un tiroteo con sus captores.. Con 57 años dejaba tras de sí una larga carrera en el mundo de la delincuencia.en la que también se encontraba involucrada el resto de su familia, pues casi todos habían estado alguna vez entre los muros de la cárcel.

Un agente de la Policía, que no se encontraba de servicio, fue el encargado de avisar a sus compañeros de la presencia de Rafael Robles en las inmediaciones de la ciudad de Plasencia conduciendo un vehículo que había robado. Al ser localizado, abandonó el automóvil y huyó a pie hasta refugiarse en el viejo caserón, en una zona de muy difícil acceso.Fue allí donde se produjo el tiroteo que le costaría la vida al delincuente, quien se encontraba armado hasta los dientes, como suele decirse en estos casos. Cuando los guardias civiles procedieron a su detención, esposándolo, no se percataron de que presentaba un disparo en un hombro, pues no había orificio de salida. Inmediatamente se desplomó, cayendo bruscamente al suelo. Pensando en un problema cardíaco, trataron de reanimarlo, pero sin éxito. No se descubriría que presentaba la heridad mortal hasta el momento de efectuarle la autopsia.

La historia de esta negra odisea comienza el día 21 de enero de 2014 cuando Robles arprovechó un permiso penitenciario, pues se encontraba interno en la cárcel de Badajoz, pues se encontraba cumpliendo una condena de once años de prisión por un intento de homicidio, en un suceso acaecido ya en el año 2001. A lo largo de los diecisiete días que dura su fuga protagonizaría dos episoidos sangrientos, además de un intento de secuestro de un hombre y su bebé en enl que estos dos últimos se salvaron de sus aterradoras garras casi de milagro. Este primer suceso aconteció cuando intentó robar el vehículo de quien pudo ser su primera víctima, quien, en un descuido del delincuente, aprovechó para salir en el mismo a toda velocidad. En ese momento, su secuestrador disparó varias veces contra el coche, pero sin conseguir su objetivo.

Un joven asesinado en Cazalegas (Toledo)

Sus peripecias criminales comenzaron con un largo recorrido que le llevaría desde Badajoz hasta la localidad toledana de Cazalegas donde asesinaría a sangre fría el 30 de enero de 2014 a un joven de 28 años, Víctor González Flores, a quien arrebataría la vida haciendo gala de su extrema crueldad.. El muchacho, muy apreciado y querido por el vecindario del pueblo en el que residía, había sacado a pasear sus galgos cuando el destino quisó que se cruzase con este despiadado asesino quien le robaría su vehículo, depués de haberle disparado a corta distancia en el rostro y el abdomen, quedando seco en el acto en una finca conocida como «Marís». Los hechos ocurrieron a plena luz del día en torno a las once de la mañana, siendo los empleados de una hacienda contigua quienes encontraron el cuerpo exangüe del joven.

Al percatarse que el móvil del crimen había sido el robo, inmediatamente se montaría un dispositivo por toda la zona con el objetivo de captura al peligroso individuo que ya se había cobrado su primera víctima mortal. El automóvil que había sustraído en tierras toledas le serviría para desplazarse hasta Plasencia, un Kia Sorento, que la Guardia Civil encontraría calcinado. No se sabe porque motivos, Rafael Robles se desplazaría posteriormente hasta Badajoz, a donde supuestamente se habría dirigido para efectuar un ajuste de cuentas, aunque este extremo nunca pudo ser confirmado.

En la capital pacense continuaría con su sanguinaria ruta, motivada por el robo de de vehículos. Ahora su víctima sería un hombre de 57 años, Manuel Tejeda Carmona, a quien disparó a quemarropa en la cabeza en la mañana del 6 de febrero de 2014, que sería encontrado malherido por un bombero que se encontraba practicando deporte. Trasladado inmediatamente a un centro sanitario, nada se pudo hacer por salvar su vida, pues sufría pérdidad de la masa encefálica. A partir de ahí, Robles retornaría hasta Plasencia, quizás con el objetivo de intentar vengar a un familiar que se encontraba en la cárcel. Sin embargo, en esta ocasión las fuerzas del orden le darían caza, una captura que se convertiría en definitiva y que llevaría el sosiego a muchas familias que habían sido objeto de sus trágicos desmanes, iniciados hacía tan solo 17 días.

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